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MITOLOGÍA

Según el mito en los tiempos antiguos Patmos se encontraba en el fondo del mar. Era visible sólo cuando Selene, la diosa de la Luna, brillaba hacia la isla.

Selene iría con frecuencia a la montaña Latmos para encontrar a su amante, el rey Endymion. Su padre Zeus, le había dado el privilegio de que no envejezca cuando duerme. Como Endymion dormía mucho, Selene se sentaría en la cima de la montaña Latmos y hablaba con Artemis, que tenía allí uno de sus templos principales.

Una noche Artemis notó la isla pequeña que brillaba debajo de la agua por los rayos de Selene, y se acercó. Artemis se enamoró inmediatamente de la isla y quería hacerla suya. Realizando que no era suficientemente fuerte como para emerger la isla desde el fondo del mar, envió mensaje telepático a su hermano gemelo Apolo, que no tenía ganas y habló con su padre Zeus, que prometió a ayudarla. Zeus pidió permiso a su hermano Poseidón (Neptuno), el poderoso y temido dios del mar, que no tenía ningún interés en la isla pequeña y le dio su aprobación.

Y así, gracias al poder divino de Zeus la isla de Patmos surgió del mar, revelando su belleza impresionante, mientras que el dios Helios (Sol), el hermano de Selene, calentó la isla con sus rayos y así le dio la vida.

A continuación Artemis persuadió algunos de los habitantes del área alrededor de la montaña Latmos a ir a vivir a la isla – algo que hicieron a su favor. Para honorarla se llamaron la isla Litios que es otro nombre de Artemis, y significa hija de Leto.

Un epígrafe en el museo del monasterio de Agios Ioannis (San Juan) menciona que Orestes, perseguido por las Furias para el asesinato de su madre, se refugió en Patmos y construyó el gran templo de Artemis en el mismo sitio donde hoy se encuentra Monastiraki.